Hola a todos, amantes de los cables. Hoy compartimos la experiencia de la renovación del mezclador de videos después de seis años, presentando el unboxing del ATEM 2M/E Constellation HD.
Compré este equipo principalmente para obtener un sistema más robusto para eventos. Contar con un mezclador basado en hardware ayuda a no depender totalmente de equipos basados en software (como vMix o Wirecast) y proporciona mayor fiabilidad y redundancia a la realización de eventos que requieren varias cámaras y señales de video (como ordenadores o reproductores).
Lo primero que llama la atención de la Constellation HD es su impresionante conectividad. Dispone de 20 entradas SDI y 12 salidas completamente configurables. Esta gama de productos se distingue por ser, con diferencia, la que más entradas, salidas y extras ofrece en relación a su precio.
Con un equipo de 20×12, obtenemos mucho juego para conectar otros equipos, como un PC con vMix o Resolume, o enviar señales a diversas pantallas. Este mezclador puede usarse como un mini hub con vitaminas. Aunque un hub está diseñado para hiperconectividad, la ATEM añade la posibilidad de duplicar la señal en varias salidas (dos o tres veces si es necesario), junto con la capacidad de realizar fundidos e incluso pequeños Picture-in-Picture (PiPs), lo que lo convierte en un extra superior a un hub simple.
Además, el nombre del equipo indica que disponemos de dos mezcladores en uno. Esto nos permite realizar una producción para una pantalla y otra realización distinta para el streaming, de forma similar a los three mixes disponibles en vMix. Esta característica facilita una doble realización a dos destinos distintos o la creación de una pequeña continuidad, donde un realizador gestiona la emisión general y otro se encarga de un programa específico.
Blackmagic sigue con su estrategia de inyectar audio a través de las entradas de video, lo que asegura que el audio y el video estén siempre sincronizados. Esto simplifica el conjunto, e incluso en eventos pequeños con entrevistas, se puede ahorrar una mesa de audio conectando los micrófonos directamente a las cámaras (generalmente dos micros XLR por cámara).
El procesador de audio Fairlight ha sido notablemente mejorado, incluyendo un ecualizador y un procesador dinámico tanto en cada fuente SDI como en la salida del programa. Esta función permite mejorar los micrófonos de los ponentes de forma independiente. Es un acierto, ya que podemos modificar el audio que saldrá por streaming a nuestro gusto, incluso si hay un equipo encargado del sonido de sala (solo hay que pedirles envíos pre-fader de cada fuente de audio). El uso del expansor, por ejemplo, consigue eliminar todos los ruidos, algo que resulta impresionante.
En cuanto al rendimiento visual, el procesador de video ha mejorado en comparación con las generaciones anteriores (Production 4K y Television Studios), resultando en menos latencia de video. De hecho, la latencia desde la cámara hasta la salida de programa es muy inferior a la que se experimenta con la salida full screen de vMix.
Punto en contra del audio: Lo único que parece faltar es una salida de audio analógica (como una salida XLR) para poder dar señal a la sala. Esta ausencia obliga a sacar la señal de audio directamente desde el ordenador que reproduce la fuente (por ejemplo, PowerPoint), necesitando una interfaz de audio USB para conseguir una señal balanceada profesional.
La parte de efectos del ATEM Constellation HD presenta contrastes importantes:
Una de las cosas más celebradas es la composición de los cromas. El hardware del ATEM es capaz de recortar el pelo «pelito a pelito,» logrando un nivel de detalle que, según la experiencia del usuario, ni OBS ni vMix pueden alcanzar. Además, es posible usar croma en las cuatro capas del SuperSource.
El mezclador cuenta con dos procesadores dedicados a efectos simples (luma, croma, formas), permitiendo usar la pestaña de efectos en dos capas al mismo tiempo, es decir, dos PiPs (DVEs) simultáneos. Además, el procesador SuperSource permite añadir 4 PiPs más el fondo, una función que antes solo estaba disponible en mezcladores de gama superior y mucho más costosos.
El punto débil del ATEM es el diseño de sus efectos, cortinillas y, sobre todo, las animaciones. Las animaciones preestablecidas parecen sacadas de un canal de televisión de los años 70 con muy pocos recursos.
El problema más catastrófico es que no tiene composición animada (un gran fail). Para realizar animaciones fluidas con el SuperSource, es necesario adquirir software de terceros (como Central Control) para que pueda fundir escenas.
Otro problema con el SuperSource es que, en la pestaña Arte, solo se puede elegir o añadir el fondo o añadir el primer plano (como marcos para los PiPs), pero no los dos al mismo tiempo, lo que el usuario considera otro gran fail.
A pesar de las carencias en los efectos y animaciones (algo que Blackmagic podría mejorar con urgencia), la compra del ATEM Constellation HD es satisfactoria. Al tratarse de un hardware probado durante años, garantiza que los fallos causados por superar los límites del hardware se reducen hasta desaparecer.
En definitiva, no hay hardware más estable y robusto que los mezcladores de Blackmagic, y la gran cantidad de entradas/salidas (20×12) marca la diferencia, ofreciendo un equipo robusto y con características avanzadas como el procesado de audio independiente y un croma de nivel profesional.
